
“Ancestral e icónico: El Pimentón”
Para algunos el famosísimo Pimentón Rojo de España más que un condimento es “la línea roja” de los condimentos, haciendo honor a la batalla de Balaclava cuando los “casacas rojas” del ejército británico resistieron en una "delgada línea roja" a los rusos. Y es que este delicioso resultado de llevar a polvo los pimientos rojos tras ser secados al sol, es lo que separa a los embutidos rojos naturales de los que llevan el preciado polvo.
También se conoce desde los años en que Cristóbal Colón cruzó el mar en busca de Las Indias (aunque realmente descubrió América) como el “oro rojo de España” pues el navegante trajo a los Reyes este exquisito manjar de color rojo desde Santo Domingo.
Hoy por hoy, el pimentón es vital para la cocinaespañola. Más allá de la característica sazón local que aporta el azafrán, un buen pimentón es el must para las patatas de infarto con chorizo que sin duda alguna, es el embutido español por excelencia. El más reconocido y de mayor calidad es el cultivado de forma natural en La Vera, al norte de la provincia de Cáceres (oeste de España).
También unas buenas morcillas, el chorizo blanco, las cañas de lomo, unas longanizas y los morcones llevan pimentón para llenarlos de color y a veces un poco de picante.
Sin embargo, cuando de embutidos se trata, en la Comunidad Valenciana y las Baleares optan por embutidos blancos, nuestro preciado “oro rojo” queda en segundo lugar. Curiosamente en Murcia, una de las regiones más pimentoneras del país, también se inclinan por los pálidos. Mismo caso el de la cocina en el País Vasco, aunque en Navarra las especialidades culinarias están pintadas de rojo en todas las mesas, sobretodo su icónicos chorizo y chistorra de Pamplona. Pero evidentemente en el resto de España el pimentón es el rey de la cocina.
Así que todo lo antes descrito se resume en que si bien hay embutidos extraordinariamente deliciosos sin la ayuda del pimentón rojo, éste es el condimento español por excelencia, sin importar la moda de nuevas especias como la cúrcuma, el “oro rojo” permanece.