
Anticucho, un plato hecho de corazón
Perú tiene un plato típico muy reconocido y con una historia bastante extensa. Se llama Anticucho y su origen comenzó en el siglo XVI, durante la época del Virreinato. Caminando por las calles de las principales ciudades de este país andino, podrás observar cualquier cantidad de paradas ambulantes donde venden estas brochetas.
Tú puedes darle tu propio toque especial en la cocina, por eso te enseñaremos cómo prepararlas. La primera etapa para preparar un buen anticucho es el marinado. Para ello, necesitas dos tazas de ají seco licuado, combinando con sal, orégano, pimienta, comino, ajo molido y vinagre. Removemos esta mezcla agregando aceite de oliva y estaremos listos para darle sabor y aroma a la carne.
Ahora es momento de pasar a preparar las brochetas de corazón de vaca. Lo principal es limpiar los cortes, quitando toda la fibra, grasas y nervios. Recuerda que esta es la carne más común para el anticucho, pero también puedes hacerlo con corazón de pollo, solomillo de res o una de las más sabrosas: panceta de cerdo cocida. De hecho, hay quienes lo preparan con pescado, pero debes asegurarte que sea uno que aguante tiempo en la parrilla.
El siguiente paso es dejar marinando la carne durante una hora con la salsa que preparamos inicialmente. Luego, los pasamos a la brasa buscando conseguir una carne crujiente. Recuerda que el tiempo de cocción variará dependiendo del corte que utilices para las brochetas.
Si es carne de cocción rápida, mójalos con el sobrante del marinado para que vayan obteniendo ese sabor. Con los de cocción lenta se puede hacer eso al final para mejores resultados. Cuando veas que estén suficientemente dorados, sácalos y añade sal al gusto. Si preparas uno de panceta de cerdo, te recomendamos añadir una mezcla de ajo con perejil y aceite.
Con tus brochetas listas, hay gran variedad de acompañantes, pero el más tradicional es un plato de patatas doradas con un par de salsas, como por ejemplo una crema de ají con perejil, cebolla, culantro, comino, pimienta y el toque único, una hierba peruana llamada huacatay, también conocida como chinchilla.
Una salsa ideal para el anticucho básicamente se trata de licuar los ajíes con chiles y guindillas, mezclándolos con cebolla, ajo y aceite.